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330 años de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco

Publicado: 2022-03-01


Trecientos treinta años son mucho. Especialmente para una universidad que, desde el corazón provinciano del Cusco, a pesar del olvido y la marginación con los que ha intentado ningunearla el colonialismo y el centralismo, ha logrado instalarse en el imaginario de grandeza y libertad de esta parte de América. La Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC), abuela de las universidades del Perú, ha sido, o al menos lo ha intentado ser, durante todos estos años el espíritu de la nación, el lugar donde se ha estudiado, se ha producido pensamiento, para procurar línea de progreso, acción política a favor de los pueblos.

Y esto ha sido realizado a pesar de la pesadumbre y conservadurismo de buena parte de sus integrantes. Debe recordarse que fue fundada para ser fábrica de ideas que sustentaran el proceso de dominación colonial, la condición de exclusión del indio, la expropiación injusta de nuestra patria y trabajo. Pero, la UNSAAC fue siempre una hija desobediente, se rebeló contra la suerte que le habían impuesto sus padres: religiosos férreos, clericales oligárquicos y terratenientes.

De esa inobediencia, de la energía de su manumisión libertaria, concibió a los juristas que galantearon con Tupac Amaru a finales del siglo XVIII, a los subversivos de la Revolución del Cusco de 1814 -hermanos Angulo-, a los estudiantes rebeldes que en 1909 iniciaron la primera reforma universitaria de América Latina, a los teóricos indigenistas que capitanearon el pensamiento social del siglo XX, a los estudiantes revolucionarios que fundaron la Federación de Estudiantes del Perú, y que desde los 50s se enfrentaron a dictaduras pidiendo democracia, justicia, reforma agraria. De esa inconformidad retoñaron los estudiantes, trabajadores administrativos y docentes que desde finales del siglo XX exigieron paz, democracia y prosperidad en medio de la cruel guerra interna que sufrió el Perú. Esta defensa inconforme de la autonomía y prosperidad hicieron posibles los aportes teóricos y científicos que alumbraron la Academia.

Sin embargo, a pesar de la energía de la libertad, también en la UNSAAC han sobrevivido los cultivadores de la disciplina colonial, del conservadurismo, los defensores de la sombra arcaica y ultramotana. Estos universitarios han existido –para mal– en las poltronas de las autoridades, en la molicie intelectual, en el aprovechamiento protervo de la universidad para fines individuales y de grupillo. Han sido seres que no han sabido (o querido) desarrollar y defender las funciones primordiales de la Universidad: crear, acumular y transmitir conocimiento para la emancipación social y el desarrollo sostenible, personajes que han rendido la autonomía de la Universidad al poder opresivo de los gobernantes y que, finalmente, no han sabido construir una Universidad de alta calidad que sirva al pueblo. Felizmente son, hoy, pocos.

Con todo, nuestra magnífica Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, es una, entre las más destacadas, prolífica, fecunda, feraz e importante institución académica del Perú. Los universitarios debemos quererla, defenderla, librarla de censuradores e inquisidores, coronarla con las flores de la ciencia, el conocimiento, el desarrollo que nos permita conquistar un mundo nuevo en afinidad con la naturaleza, un Cusco excelso y feliz para todos y todas. 

¡Feliz 330 aniversario, UNSAAC!


Escrito por

Pável H. Valer Bellota

Un pasajero en tu camino.


Publicado en

Así había sido...

Pensamientos, reflexiones, llamamientos y súplicas de un pasajero en tu camino